lunes, 18 de febrero de 2013

Finca Besaya Cosecha 2011

Finca Besaya
Cosecha 2011

Nota de cata


El sábado estuve con unos buenos amigos degustando unos chuletones de buey a la brasa en un mesón de la zona, pero tan atareados estábamos en deglutir entrantes, entre los que destacaron unas huevas de sepia, que a la hora de elegir vino con el que acompañar la carne lo dejamos en manos del criterio de la casa

La casa, y su criterio, decidió que a un chuletón de buey a la brasa lo que mejor le iba era un Finca Besaya Cosecha 2011. Si yo no hubiese estado obcecado en comerle las huevecillas a la sepia quizá hubiese puesto algún pero y hubiese pedido algo con madera... no lo hice, mea culpa, así que cuando estuvo puesto en la mesa me pareció de ser un poco gilipollas decir que se lo llevasen y trajesen un crianza. Sea como fuese, por error, dejadez o idiotez, nos lo bebimos y ésta es su crítica.

Finca Besaya es una referencia de la que hasta hace tres días no conocía nada, pero tras googlear un poco suscribo casi por completo lo que dicen sus creadores, y esto es novedad reseñable, porque los creadores de vino mienten más en sus notas de cata que la casa real en el caso Nóos.



De él cuentan que es un vino característico de la variedad tempranillo, rojo intenso, con aroma a fresa, mora y regaliz, con un paso por boca fresco, afrutado y en equilibrio entre acidez y dulzor. Yo puedo decir que salvo lo de la regaliz, que me parece un brindis al sol, lo demás no es mentira.

¿Y que no sea falso es bueno? Pues hombre, no necesariamente, porque leído y limpiado de polvo y paja, ya te da a la idea que va a ser un vino que ni chicha, ni limoná. Sensación que cuando lo pruebas se acrecenta, llegando a la conclusión que es más soso que el telecupón sin Carmen Sevilla. A esto que de por sí no es estremadamente bueno, hay que sumarle un aroma alcohólico bastante marcado, propio de la juventud, y un final más breve que el primer polvo de un soldado tras volver de la guerra.

Conclusión: un Rioja 100% tempranillo, cosechero y bastante insulso, sin ninguna virtud salvo la de ser bastante sincero en su planteamiento. Podría valer como vino de todos los días si las pretensiones son pocas, es más no dudo que con casera mejore e incluso que sea ideal para hacer un buen estofado, pero desde luego no es un vino para sacar en una comida con invitados en la que el plato sea una buena carne roja.

¿Qué hemos aprendido de todo esto? Básicamente que porque en un sitio sepan hacer carne a la brasa no implica que tengan que saber un carajo de vinos. Por tanto, cuando te pregunten ¿qué vino desea tomar? mójate y pide, porque al menos, si la cagas, habrá sido culpa tuya.

¿Cómo tomarlo?


Fresco, sobre los 12º, para que se atempere el alcohol en nariz y en una copa que no deje concentrar muchos olores, incluso, si nos dejamos de remilgos, en vaso de vino. 

¿Con qué acompañarlo?


De un plato de lentejas con verduras estofadas con media botella del propio Finca Besaya.

¿Dónde comprarlo y cuánto me va a doler el bolsillo?


Tengo dudas que este vino se pueda comprar de forma sencilla y lo más probable es que de encontrarlo te lo encuentres en algún restaurante como vino de la casa o en alguna cesta de navidad.

Valoración

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