jueves, 28 de febrero de 2013

Conte Vistarino Costiolo

Nota de Cata


Hay que admitir que Italia, además de haber legado al mundo la pizza, la pasta, la mafia, los políticos esperpénticos y numeroso arte al borde de la ruina en sucias ciudades atestadas de turistas; también ha legado algo mucho menos conocido y que nos atañe mucho más en este blog: los tintos con burbujas fáciles de beber y con tendencia más o menos acusada hacia lo dulce.

Quizá, el mayor exponente del tinto dulce con burbujas sea el archiconocido, vilpendiado y menospreciado, alguna veces de forma injusta, Lambrusco. Un vino que transformado en una caricatura lowcost, es decir, en tintorro con gas añadido muy lejano a su origen real, ha triunfado en el mundo entero. Tintorro con gas con el que se riegan desde hace años cenas y más cenas en pisos de estudiantes y complemento ideal de la pasta con atún y tomate Hacendado. 

Sin embargo, la tradición vitivinícola italiana en el tinto con burbujas no queda limitada, aunque sí desdibujada, por el ubérrimo Lambrusco de 1,50€ la botella, pues éste tiene primos por toda la geografía italiana. Buenos ejemplos son los Fragolino, los Gragnano o los Sangue di Giuda.


En el caso de hoy, venimos a hablar de los vinos Sangue di Giuda, que si los vemos desde el punto de vista económico serían algo así como los primos caros del Lambrusco de supermercado y si lo vemos desde el punto de vista de la organoléptico (¡qué palabra!), serían algo el equivalente a un Lambrusco de calidad que también los hay.


¿Qué más podemos pedir? Tinto dulce con burbujas de mucha más calidad que el Lambrusco del super y encima de todo con historia. Si con este vino no seduces a tu pareja a la luz de una vela, dedicate al solitario (yatúmentiendes).

Sobre la nota de cata de este Costiolo, que por cierto tiene un Bacchus de Oro 2010 en la categoría Vinos de Aguja, me parece lo suficientemente sincera para reproducirla tal cual: color rubí. Aroma afrutado inconfundible, dulce y con recuerdo típico a uvas frescas. Boca: dulce, fresco, equilibrado entre acidez y dulzura, suave, con un acabado exquisito, mineral y largo. Gracias al bajo contenido de alcohol, es un vino fácil de beber. Una grata y agradable bebida refrescante para el verano.

En mi opinión es un vino agradable de ver en copa, con buen aroma a uvas, una burbuja fina y un equilibrio suficiente entre acidez y dulzor como para no tener que ser usado en exclusiva como vino de postre. Tiene un final largo y agradable.

Una de las preguntas que te pueden asaltar al leer esta crítica es: bien, vale ¿y cuál es la diferencia entre este vino y un Lambrusco del supermercado además de que este cuesta 10€ y por ese precio me compro 6 botellas del otro?

La principal diferencia es que lo que se comercializa la mayoría de las veces como Lambrusco suele ser un vino gasificado o incluso una bebida derivada del vino gasificada. Es decir, en el mejor de los casos, los Lambruscos comercializados a bajo coste, son vinos con gas carbónico añadido y en el peor son vinos, con agua, azúcar, aromas y gás carbónico añadido.

Un Sangue di Giuda, igual que un Lambrusco con una mínima calidad, obtienen el carbónico de forma endógena mediante un proceso de segunda fermentación en depósito (método charmat) los más modestos e incluso en botella (método champenoise) lo más excelsos. Y obviamente no tienen ni aromas, ni colorantes, ni gas añadido de forma artificial. Teniendo al final que los Sangue di Giuda son más dulces y frutales, y los Lambruscos más ácidos y terrosos.

En definitiva, en Italia hay mucho vino por descubrir, más allá del falso Lambrusco comercializado por Mercadona (y fabricado en España) y este puede ser un buen ejemplo del buen hacer de los italianos en el campo de los tintos espumosos.

¿Cómo tomarlo?


Sobre los 12ºC e idealmente en una copa que permita apreciar los olores, como por ejemplo, una copa bordelesa.

¿Con qué acompañarlo?


Aunque pueda ser considerado como vino para postre por su dulzor característico yo me atrevería a sacarlo durante toda una comida con cocina italiana. De entrada tabla de quesos curados. De plato principal unos raviolis de calabaza. Y de postre una pana cotta con salsa de frutos rojos.

¿Dónde comprarlo y cuánto me va a doler el bolsillo?


Online se puede encontrar a precios que se mueven entorno a los 10€. También lo puedes tomar en Ginos por 12€ la botella, con el inconveniente de que entrar a tomarte una botella puede quedar un poco raro y seguro que te tomas algo más :P


Valoración


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