viernes, 15 de febrero de 2013

Yellow Tail Moscato 2011

Nota de cata


Yellow Tail Moscato
En la última entrada hablé de Yellow Tail y hoy vengo a hablar de su sabor moscato. Porque aunque quizá tú no lo sepas y de hecho, aunque te importe un carajo, el moscato es la nueva estrella de los vinos en los trendings internacionales

Yo, por mi parte, con el moscato, más bien con su resurrección, me pasa un poco como con The Walking Dead: es algo que hace décadas era moda, le han pegado un lavado de cara con mucha promoción, te animas a probar y te sorprende. Después todo el mundo empieza a decir que mola mogollón, tú en el fondo sabes que no deja de ser una mierda, pero debes terminar admitiendo que lo han hecho lo suficientemente bien como para que te acabe gustando. 


Los de Yellow Tail, que de tontos no tienen un pelo de canguro, han visto en el moscato su filón. Igual que lo vieron en AMC con los muertos vivientes. Y yo creo que ambos son de la misma opinión: mientras dure la moda, a vender se ha dicho.

En Yellow Tail se han sacado de la manga su propia concepción del moscato, que para ellos es un ¿vino? blanco espumoso, no tengo muy claro si con burbuja obtenida por fermentación natural o ligeramente gasificado, cuya principal cualidad es que te lo puedes beber con si fuese agua, zumo o cerveza: a cualquier hora del día y bien fresquito te parecerá nectar divino. Sobre lo de que lleve uvas moscatel, pues supongo que las llevará, pero desde luego, el parecido entre este vino y un vino moscatel, es como el de un político español y la honradez: se le supone pero nadie es capaz de verla.

Salvo la excepción comentada, que está presente de forma más o menos notoria en todos los vinos del canguro, es decir, no oler, ni saber a lo que se suponen deberían, debo decir que el vino es ideal para tirarte el pegote en un aperitivo, para ofrecerlo a cualquier invitado que venga a casa como alternativa a una cerveza, o a los postres como variante a sidras, cavas y otros espumosos.

Sobre la cata propiamente dicha te puedo decir que es un ¿vino? amarillo, brillante en copa, en nariz desprende una agradable gama de olores dulces y en boca es fresco, bastante más equlibrado entre dulzor y acidez de lo que en nariz da a entender y con un sabor que tiene toque de frutas tropicales, quizá a maracuyá, burbuja muy suave y un final breve pero bien resuelto. Tras beber unas cuantas botellas sigo sin saber si llamarlo vino o sorbete, pero una vez aceptado su indefinición, es algo que tampoco me preocupa.

El principal defecto que le veo es que a 6,70€ la botella me parece una pijada un poco cara para tomarlo tan frecuentemente como la ligereza con la que se bebe podría dar a entender. Pero, sin duda para mí, es una bebida a la que se le puede sacar un buen partido y que si costase la mitad, sería un must have.

¿Cómo tomarlo?


Sobre los 10ºC e idealmente en una copa de vino blanco estándar.

¿Con qué acompañarlo?


Tomado en cualquier momento del día lo puedes acompañar de buena gente que beber sólo es muy triste. Si quieres acompañarlo de comida, lo puedes usar en el aperitivo. Si eres conservador o poco oiginal, con foie y la empalagosa cebolla caramelizada; pero si quieres dar algo original a tus invitados, sé creativo y busca algo picante que combinar con el dulzor de la bebida, te sugiero unas gambas picantes con mango. Si quieres usarlo con un plato puede ir bien con un bacalao confitado con salsa de orejones. A los postres casará perfecto con una tarta de fresas.

¿Dónde comprarlo y cuánto me va a doler el bolsillo?


En Carrefour lo puedes encontrar a 6,70€ la botella.

Valoración

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