martes, 25 de junio de 2013

MO Monastrell Salinas 2010


Nota de Cata


En la anterior entrada hablé de la familia Castaño y de uno de sus vinos más conocidos de la D.O. Yecla, el Hécula 2010. También mencioné que habían ido creando otros proyectos más allá de su bodega tradicional. Por eso, en la entrada de hoy, quiero traer otra de sus bodegas: Sierra Salinas. Un proyecto que a mí me atrae mucho y que conozco desde hace algún tiempo. De hecho, por ella terminé conociendo las Bodegas Castaño y toda su gama de sus vinos.

Por expresarlo brevemente, Sierra Salinas es la bodega bajo la que la familia Castaño produce sus vinos de autor. Es decir, los menos tradicionales y que se distinguen básicamente por no ser vinos 100% monastrell, sino por ensamblar la monastrell con otras cepas: petit verdot, cabernet y garnacha tintorera... De su gama de vinos, compuesta por tres referencias en tintos y una en blancos, este MO Monastrell, su vino más básico, para mi es una pequeña joya y además a un precio muy contenido: desde 4.75€ la botella. Dejo, eso sí, la cata de sus hermanos mayores Puerto Salinas y de su Mira Salinas para más adelante, que también merecen ser criticados.



La bodega tiene D.O. Alicante y está enclavada en una serranía conocida como Sierra Salinas colindante con Yecla, de la cual obtiene el nombre, cuyas características más destacas son un suelo pobre en materia orgánica, escasa pluviometría y una altitud entorno a los 600 metros.

Centrándonos en el vino, MO Monastrell es un ensamblaje en cantidades no publicadas de monastrell (mayoritaria) con garnacha tintorera, cabernet sauvignon y syrah. Procedentes de viñedos de más de 20 años de edad las dos primeras variedades, con rendimiento muy bajo (20hl/ha), y de viñedos de más de 10 años las dos segundas, con rendimiento medio de 40hl/ha. Vendimia manual según variedad entre el 10 de septiembre y el 8 de octubre con posterior selección en bodega. Fermentación y maceración durante 12 días a temperatura controlada. Maloláctica en depósito de acero inoxidable y crianza de 4 meses en barrica de roble francés.

El resultado es un vino de color rojo cereza, muy vivo, brillante, con ribete violáceo. En nariz, intensidad media, sencilla y agradable, fruta roja con matices tostados de fondo. Un paso por boca, para mí, elegante: estructura media, equilibrado, suficiente frescura y un toque goloso de la monastrell que invita a darle otro trago.

Si en el caso del Hécula, su homólogo salvando las diferencias, dije que era un vino para "conocedores" de la monastrell, este caldo, sin duda, es un vino para "descubridores" de la monastrell. O también, por qué no, para aquellos que quieren "un monastrell para todos los días", su "monastrell de cabecera". Un vino agradable, elegante, sin estridencias, sin asperezas, con buen equilibrio, con buena nariz y con una boca amistosa. Por ello, si critiqué al Hécula por minoritario y rudo, tengo que alabar este MO Monastrell por permitir llevar con elegancia la monastrell al mayor número de paladares. Chapó.

¿Cómo tomarlo?


Entre los 16º y los 18º en una copa amplia que permita capturar bien sus aromas. 

¿Con qué acompañarlo?


En este caso, tengo que insistir en un arroz con conejo preparado como los cánones mandan, porque este vino se lo merece.

¿Dónde comprarlo y cuánto me va a doler el bolsillo?


Online sobre los 5€.

Valoración

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario