miércoles, 25 de septiembre de 2013

Casa de la Ermita Blanco 2012

Me descubro ante este vino que ya había catado en bodega, pero quizá, no con toda la atención que requería. Y me da pena, porque es probable que sea un vino que viva eclipsado por sus hermanos tintos, mucho más tradicionales y jumillanos. Sin embargo, este blanco merece su propio rincón, su trocito de protagonismo, bien iluminado, que lo saque de las sombras de sus compañeros de bodega. 

Viognier es la variedad de uva blanca que lo produce. Una variedad redescubierta a partir de las excelentes elaboraciones de la zóna del Ródano, pero que estuvo a punto de desaparecer durante el siglo pasado. Hoy día va ganando adeptos con vinos delicados, elegantes y aromáticos. 

No obstante, no todo son alabanzas, su principales defectos son por un lado, algo secundario para el consumidor, trartase de una uva difícil de cultivar, de poco rendimiento, de maduración tardía y con un mal envejecimiento. Y por otro, y fundamental para el consumidor, la de tener fama de vinos caros por ser una variedad más bien minoritaria y exclusiva. Algo a lo que que tampoco ayuda nada la moda actual de fermentar en barrica los blancos, para lo que la viognier se presta muy bien, dándole aún más su aire de exclusividad, mejorando su envejecimiento e incrementado en consonancia su precio.

Por eso me parece genial lo que ha hecho Casa de la Ermita. Elaborar un vino interesante, pero sin nada innecesario, a un precio más que aceptable de aproximadamente cinco euros la botella. No sé si en este acierto tendrá algo que ver el clima de Jumilla que haga más sencillo el cultivo de la uva, sobre todo en la parte de acelerar su maduración, y por tanto reduzca costes y gastos por problemas en las cosecha. Sin más, vamos al vino.

Nota de Cata


Las cepas de Viognier se han cultivado en unas pocas hectáreas, en un principio no más de dos, plantadas en espaldera en la zona más alta de las parcelas de Casa de la Ermita, sobre los 750 metros de altitud y con las características climáticas propias de la zona: limitadas precipitaciones, suelos pobres y abundancia de roca. La vendimia se produce temprano para la variedad, mientras en otras zonas es un vino de vendimia a finales de octubre, en Casa de la Ermita se realiza a principios de septiembre. Tras la vendimia se realiza maceración prefermentativa en frío lo que favorece la extracción de compuestos aromáticos y la intensificación del color. Posteriormente el vino fermenta en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada, entorno a 17ºC, durante aproximadamente 12 días. 

El resultado es un vino de color intenso, limpio, brillante y con tonos dorados pálidos. Nariz de buena intensidad, con mucha fruta madura y un fondo floral. Claros aromas a albaricoque y melocotón. En boca es un vino sencillo de beber, con una acidez ligera, paso suave, amable, toque untuoso y cuerpo medio, final no muy largo con recuerdos frutales. En resumen, para mi gusto, vistoso en copa, muy bueno en nariz y correcto en boca, donde se echa en falta algo más longitud y quizá un punto más de intensidad en consonancia con la nariz. Sin embargo, por el precio que tiene, en mi opinión es una elección muy interesante para conocer la variedad Viognier.

¿Cómo tomarlo?


No excesivamente frío, una buena temperatura es entre los 8ºC y los 10ºC.

¿Con qué acompañarlo?


De un volován relleno de gambas.

¿Dónde comprarlo y cuánto me va a doler el bolsillo?


Online se mueve entorno a los 5€ la botella.

Valoración

No hay comentarios:

Publicar un comentario