Nota de Cata
Hace un par de semanas alabé el buen hacer de la familia Castaño con su proyecto Sierra Salinas. Además prometí no dejar la cata de sus vinos en el MO Monastrell, sino hacerlo extensible al resto de su gama. Por ello hoy toca catar el más representativo de sus vinos, también el más costoso: Sierra Salinas Mira 2009.
Y quizá ser el más costoso sea el talón de Aquiles de este caldo, ya que su precio se mueve entorno a los 19€-20€ la botella, cuatro veces más que el modesto MO Monastrell, y por tanto compite en un segmento donde el número de referencias es muy amplio, tanto en su propio estilo, vinos tintos de larga crianza con base en la monastrell, como, mucho más amplia aún si entramos en otras variedades con larga crianza dentro del panorama nacional.
Pero antes de adelantar acontecimientos, hablemos del vino, un ensamblaje entre monastrell, mayoritariamente, cabernet sauvignon (20%) y garnacha tintorera (10%). Vendimiado manualmente y sometido a un proceso de maceración previa a la fermentación, fermentación alcholica, maloláctica en barricas y 20 meses de crianza en roble francés, para posterior embotellado sin filtrar, ni clarificar. Es decir, una elaboración que podemos encuadrar dentro del concepto "vinos de autor / de alta expresión": no se filtra, no se clarifica, se hace fermentación maloláctica en barrica en vez de en depósito y por encima de todo es un vino que se macera con los hollejos durante 35 días, por contra de los 20, como mucho 25 días, "tradicionales" para tintos de crianza, extrayendo en el proceso gran cantidad de tanino (que luego habrá que domeñar en la crianza y en la botella), color y aroma.
En la cata de este vino encontramos una copa característica: muchísimo color, rojo picota, cubierto, con lágrima densa que colorea la copa. Nariz según lo esperado, de intensidad alta, fruta muy madura, frutas negras confitadas, toques de madera. En boca es un vino potente, amplio, con el punto licoroso de los monastrell de alta graduación, pero, desgraciadamente, con un tanino que no está completamente integrado, teniendo un final ligeramente astringente, y donde se echa en falta un punto de elegancia, que probablemente gane con unos años de botella.
En mi modesta opinión este es un vino interesante, siempre que nos gusten los vinos de alta expresión, y que seguramente en un par de años esté en un punto óptimo para consumo, habiendo al fin reducido esos taninos que aún dan un poco de guerra.
Sin embargo, también digo que sería prudente con a quién se lo sirvo y con qué comida lo acompaño. No es este un vino para narices y paladares sensibles y tampoco es un vino para acompañar un pollo asado. Y ligado a esta reflexión, viene su punto más débil, que como decía al principio, es quizá su precio. Un precio algo elevado para el estilo de vino, ya que no siendo un vino para todos los días, ni para todos los públicos, es difícil justificar su compra salvo para aficionados al estilo.
¿Cómo tomarlo?
Sobre los 16ºC e idealmente en una copa bordelesa.
¿Con qué acompañarlo?
De una espalda de cordero asada.
¿Dónde comprarlo y cuánto me va a doler el bolsillo?
No es muy común tropezar con él en hipermercados y grandes superficies. Online se mueve en poco menos de 20€.
No hay comentarios:
Publicar un comentario